Para acabar la semana de la misma dulce forma que la empezamos, os traigo esta tarta (no apta para diabéticos) que no tiene complicación alguna a la hora de hacerla.
Podemos usar un solo molde y luego cortar en las mitades que deseemos; si no, pesamos la masa y la dividimos en dos moldes.
Se puede decorar con M&M, Lacasitos, nata.. o simplemente dejar así.
Aviso: el día que hagáis esta tarta, ¡haced una comida ligera! ;)
Calentamos todo para que
espese, ligando bien la mezcla y vigilando que no queden grumos (si fuese el
caso pasamos la varilla eléctrica). En caso de que nos quede demasiado espesa,
añadimos un poco de leche.
Cuando tanto el bizcocho como la crema estén templados o casi fríos, rellenamos la tarta partiendo el bizcocho por la mitad (o poniendo otro por encima en caso de haber preparado dos masas).
Ingredientes
- 1 yogur natural o azucarado.
- 2 vasos de yogur de azúcar blanco.
- 3 vasos de yogur de harina normal.
- 1 vaso de yogur de aceite de girasol.
- 1/2 sobre de levadura tipo Royal.
- Esencia de vainilla.
En un bol echamos
los huevos y los batimos. Ahora, cada vez que añadamos un ingrediente batimos
bien.
Añadimos el yogur,
la harina (se puede echar 2 vasos de harina y una de maicena para que quede más
esponjoso), el azúcar, la levadura, la esencia (y la especia) y el aceite.
Batimos hasta que quede todo bien ligado.
Precalentamos el
horno a 180º y engrasamos el molde. Vertemos la masa en el molde y metemos en
el horno durante 45-50 minutos, pinchando de vez en cuando hasta que el palo
salga limpio.
Sacamos y dejamos
enfriar en una rejilla antes de desmoldar.
Mientras el bizcocho
está en el horno, preparamos la crema de oreo.
Ingredientes:
- 3 yemas de huevos.
- 100 gr de azúcar blanco.
- 50 gr de maicena.
- 1/2 l de leche.
- La piel de un limón.
- 5-7 galletas oreo.
Batimos las yemas con el azúcar hasta que quede una mezcla
blanquecina (podemos usar tanto una varilla de mano como eléctrica).
Del medio litro de leche separamos un vaso, diluimos en él
la maicena e incorporamos a la mezcla anterior, ligando todo bien hasta obtener
una crema sin grumos.
Ponemos a calentar el resto de la leche junto con la piel de
limón (puede ir entera o partida en trozos grandes, para luego sacarla mejor).
Cuando haya hervido, retiramos del fuego, sacamos la piel de limón, añadimos la
mezcla anterior con cuidado y echamos también las galletas oreo trituradas (si
queremos encontrar trozos no las picamos mucho, de lo contrario trituramos
hasta que quede un polvo fino).
Cuando tanto el bizcocho como la crema estén templados o casi fríos, rellenamos la tarta partiendo el bizcocho por la mitad (o poniendo otro por encima en caso de haber preparado dos masas).
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