viernes, 26 de agosto de 2016

Gazpacho

No hay mejor cosa que tener una madre andaluza para conocer los platos típicos de primera mano... ¡y no hay nada que sea más andaluz que el gazpacho!

He de reconocer que cuando era pequeña (allá por mi pre-adolescencia, estoy a las puertas de la treintena) no me gustaba nada, vamos, ¡ni olerlo!. Pero el irte fuera y tener que comer cosas que en casa no comías te hace volver con ganas de comer hasta lo que antes te daba asco. Así que, de esta vez, le dije a mi madre que quería aprender a hacer gazpacho porque ya como todos los ingredientes que lleva (lo único que no comía era el pimiento, pero ahora.. vamos ja ja no es que me dé un chute a ellos, pero sí los como; sin embargo, los fritos aún no). Al lío que me lío.

A pesar de que son varios pasos los que se requieren para su elaboración, es todo bastante sencillo puesto que consiste en pelar, remojar, aderezar y pasar por el vaso batidor ;)

Debido a que es líquido lo voy a poner en la sección zumos ;)
Ingredientes
  • 2-3 dientes de ajo.
  • 1 trozo considerable de pan (medio bollo o uno entero en caso de ser grande).
  • 1 cebolla pequeña.
  • 1 pimiento pequeño o 1/2 grande.
  • 1 pepino.
  • 1 kg de tomates.
  • Vinagre, aceite de oliva y sal (al gusto).
Llenamos un recipiente con agua para mojar la miga del pan, sin desmenuzar el trozo. Únicamente quitamos la corteza. Dejamos en agua.

Mientras, en el vaso batidor, ponemos la cebolla cortada en trozos, el pepino (sin piel y sin pepitas en caso de que éstas sean muy grandes), el ajo (sin la raíz) y el pimiento también partido en trozos y sin semillas. Cuando veamos que el pan está suficientemente mojado, lo apretamos para quitarle el agua y añadimos al vaso batidor. Echamos agua (mejor cuanto más fría) hasta cubrir todos los ingredientes, batimos hasta que esté todo bien licuado y luego colamos en un bol usando un escurridor con los agujeros pequeños (es más sencillo que un colador, a no ser que tengamos uno bien grande). Reservamos.

Pelamos los tomates y los picamos en trozos en el vaso batidor. Lo mejor es hacerlo en dos veces, una porque así nos saldrá el gazpacho más líquido al llevar más agua y dos porque así reducimos el posible picor del ajo y del pimiento. Si lo preferís, lo podéis poner todo junto, echar agua hasta que cubra todo, aliñar al gusto y licuar todo. Solamente tendrías que colarlo en la mezcla anterior, remover bien para que ligue y corregir el aliño (si os queda muy fuerte basta con añadir agua).

Si lo hacemos en dos tiempos, echamos la mitad de los tomates (pelados, siempre), cubrimos con agua, licuamos, colamos en el bol con la primera mezcla. Ponemos el resto de tomates en el vaso, añadimos el agua y ahora es cuando aliñamos. Batimos, colamos y removemos para que todo quede bien mezclado. 

Antes de embotellar probamos para ver si necesitamos un poco más de aliño o un poco más de agua para reducir picores o si nos hemos pasado con el vinagre/sal. Una vez todo en orden, pasamos el gazpacho a una botella y ¡a disfrutar!

Esta receta da para aproximadamente una botella de 2 litros y un par de vasos más. Consejo ¡cuánto más fresco más rico!

Nota: para reducir/aumentar picor basta con añadir/poner más/menos dientes de ajo. Si son de tamaño grande, mejor echar uno o dos.

Primera parte
Colando el tomate
Aliñando

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